El hombre sabio contempla lo inevitable y decide que no es inevitable... El hombre común contempla lo que no es inevitable y decide que es inevitable
* El ignorante, afirma; el sabio, duda y reflexiona.
* El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender
* El sabio no pretende nada: ni ser bueno, ni ser fuerte, ni ser dócil, ni ser rebelde, ni ser contradictorio, ni ser coherente...


